Descripción del blog

Combinación de escritos e imágenes, palabras y esbozos, o, al fin y al cabo, letras y trazos. Textos variados con sus respectivos dibujos de aquello que evocan. Aquí encontraréis aproximadamente cada semana una dosis de ideas y sensaciones, un intento de transmitir nuestra visión de la realidad, o de hecho, nuestra ficción.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Micro relatos 3 (ordenar a gusto del consumidor para crear su historia)

Si queréis ver más micro relatos aquí tenéis una recopilación con todos Micro relatos.

  1. Mi cabeza está mal de la cabeza.
  2. No estaba hecha para él. Ni él para ella. Pero se hicieron un poco a los dos.
  3. Suena la lluvia lejos… lejos… lejos sonaba la lluvia.
  4. - No me encuentro bien. 
    - ¿Qué le sucede? 
    - Que me cuesta mucho. 
    - ¿El qué?
    - Encontrarme.
  5. Eran almas que no se querían pero al menos se compartían. Jugaban a ser felices juntas, como quien juega a la ruleta rusa, hasta que no sonaba el bang eran muy felices.
  6. Y borracho los días pasaban más rápido si eran de noche.
  7. El club de los corazones rotos siempre quedaba los domingos por la tarde, porque las mañanas las pasaban buscando trozos.
  8. Y como estaba loco le dijo:
    - Me vuelves cuerdo nena.
  9. Le estremece pensar que algún día en lugar de desearla, deseará olvidarla.
  10. Él era campeón mundial en aguantar la mirada a desconocidos por la calle. Ella quedó segunda en pasar sin mirar los escaparates de los centros comerciales. Y claro, uno mirándola a los ojos y la otra que no quería desviar la mirada a los escaparates.
  11. - Eres monógamo?
    - Del todo, sólo me quiero a mí mismo.
  12. Tras meses de excavación al fin encontraron el fósil. El último ser humano sensible.
  13. Tal vez era aquello a lo que llamaban amor en las películas americanas que miraba los domingos por la tarde pero como no sabía qué hacer con él lo acabó dejando en un rincón hasta darlo por perdido. 
  14. - ¿Quién es el último?
    - Yo.
    Y se situó justo delante suyo en la cola.
    - Perdone, estaba yo antes.
    - Pero ha dicho que es el último.
    - Sí claro, pero ahora usted es el último.
    Algo extrañado se situó al final de la cola, y como era el último cada vez que entraba alguien lo dejaba pasar. Y esperando a la muerte, fue el último en morir.
  15. - No has cambiado nada. Es una pena.
    - ¿Por qué? ¿No decías que te gustaba como era?
    - Por eso mismo, es una pena.


domingo, 22 de diciembre de 2013

La noria





"Y de repente sin haberlo pedido, allí arriba. La noria giraba pero sin saber porqué yo seguía en el mismo sitio sin moverme, consciente del movimiento pero negándome a seguir con él. 
Se veía todo desde esa altura. A la derecha mi primer día de colegio, con el uniforme granate y gris, inocentemente ridículo. Y me creía mayor. Daban ganas de acercarse a mí, y con la mano abierta pegarme una ostia que recordara hasta hoy. Que no te enteras. 
Hacia el centro estaba la cama sobre la que dormía hasta unos minutos antes. Qué agradable parecía… Tal vez de un salto, calculando bien consiguiera llegar. 
Aún sin moverme empezaba a sentir las nauseas. Nunca me habían gustado los columpios y mucho menos las norias. Miré a mi alrededor desesperado y detrás mío estabas tú, sentada con las manos cruzadas sobre las piernas, mirando nostálgica nuestro primer beso que sucedía en ese preciso instante mirando hacia el mar a unos treinta metros de la noria. Qué asco me diste, y cuantas ganas tuve de lanzarte al suelo. Pero tenía miedo de que al hacerlo muriera tu recuerdo y es que en el fondo no quería perderte. Así que no hice nada.
No tenía ni puta idea de cómo bajar, y empezaba a ponerme nervioso. Tenía que levantarme en diez minutos y yo seguía arriba en la noria, como atalaya de toda mi vida. Así que sólo quedaba saltar. Busque la cama, que estaba al lado del invierno en que nevó en casa y éramos todos casi felices porque, bueno, simplemente porque nevaba. Me subí a la barandilla, con el viento zarandeándome y yo intentando mantener el equilibrio. No sabía qué podía suceder si no caía sobre la cama. Igual me levantaba en ese invierno. No estaría tan mal. Era un buen invierno. Nevaba. Pero el riesgo era demasiado grande, y podía caer sobre las dos semanas sin salir de casa acompañado de cinco penas y sesenta y tres latas de cerveza. Así que a la cama. Salté, y sentí el vértigo. Sentí el aire y la libertad. Sentí tu mirada clavada en mí mientras caía. Sentí la libertad de no depender de uno mismo. Sentí el miedo de no depender de uno mismo. Y sentí el suelo, a unos centímetros de la cama."

domingo, 15 de diciembre de 2013

Mal día





Hoy es un buen día para ser ciego.
No distinguir entre blancos y negros,
verlo todo gris.

Hoy es un buen día de sordera.
No escuchar ni el llanto ni el grito,
que todo ruido surja de dentro.

Hoy es un buen día para enmudecer.
Que nadie sepa lo que dices,
que nadie juzga lo que piensas.



Hoy en definitiva es un mal día.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Mañanas de tinta y agua

Aprovechando que hemos llegado a las 10.000 visitas y que hace un año empezábamos este proyecto que ahora es Letrazos, hemos decidido cambiar toda la estética del blog. Gracias a todos los que nos habéis acompañado y esperamos que os guste el cambio. Estaremos encantados de recibir vuestra opinión al respecto. Gracias de nuevo y a compartir!





Hoy me levanto y me pongo a escribir.
No entiendo qué pasa estos días,
tal vez alguien los puso del revés
y la mañana se me hace noche mientras duermo
y no como tendría que ser.

Esta noche las nubes querían romper el cielo,
con sus gritos y sus finísimos dedos.
Truenos y relámpagos.
Pero miro y ahí está, intacto.
Es demasiado viejo para morir tan joven.

Y así las nubes protestando
han decidido ahogarnos,
y ahora la lluvia me ciega, 
y mi barco navega.
Pero creo que es culpa del alcohol
que mece esta cama traicionera.

Es sábado y ya parece domingo.

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